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Encontrar la solución apropiada a los problemas de infertilidad en ganado vacuno y bovino puede ser difícil en muchas ocasiones. Falta de vitaminas, estrés, balance o dieta inadecuada en cuanto a minerales y nutrientes, problemas reproductivos, etc.

Gran parte de las afecciones ligadas a la infertilidad en ganado vacuno y bovino, están relacionadas con alteraciones metabólicas. En muchas ocasiones, son éstas las causas asociadas directamente con problemas del tipo abortos espontáneos, quistes o endometritis.

El problema reside en que esa alteración que en un principio es meramente endocrina, se traslade también a la función inmunitaria, comprometiendo seriamente la salud del animal, y provocando serios desbalances en cuanto a su protección frente a virus y bacterias.

Por ello, es importante que el ganadero realice sucesivos exámenes periódicos para evaluar el estado de sus animales, de forma conjunta con su veterinario. De esta forma, se asegura la detección temprana de la enfermedad antes de que el mal se vuelva más agresivo.

Una de las soluciones más precisas para hacer frente a la infertilidad en ganado vacuno y bovino es la sal. La falta de sal está directamente relacionada con alteraciones en el comportamiento de los animales, que pasan por provocar problemas de celo y relaciones reproductivas.

La sal es un componente mineral esencial para la dieta del ganado, gracias a ella se recuperan parte de los líquidos perdidos durante la actividad diaria, y permite mantener un óptimo equilibrio electrolítico en la sangre y en las células. Puede aportarse en forma de suplemento o mezclada a través del pienso.

Además del poder de conservación que tiene la sal, su eficacia en la mejora de los índices de reproducción ha sido avalada por multitud de investigaciones científicas y veterinarias. En especial, en aquellas hembras de ganado que se encuentran en un momento de gestación o lactancia, es muy importante conseguir mantener adecuadamente el equilibrio iónico de su cuerpo.

Nuestra sal para ganado ha sido elaborada teniendo en cuenta las necesidades nutricionales de los animales. De esta forma, a través de su alta concentración en iones como el cloro y el sodio, se consigue restaurar el organismo y la alimentación  animal, a valores óptimos y de excelencia.