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Si estás interesado en saber cómo se hace la sal, es importante que seas consciente de que existen múltiples procesos y formas para conseguirla.

Ésta, puede ser extraída desde manantial natural (como en el caso de Humanes Guillén) o incluso, desde el propio mar.

En el caso de las minas de sal, se cierne sobre ellas una historia increíble de evolución y geología. Y es que, hubo una vez en la que la tierra fue un lecho marino de los océanos y lagos salados.

Las masas extensas de agua pasaron a la fase de evaporación, ya sea de forma mecánica o natural, y dejaron que el sol llevara a cabo su función y produjera lo que es conocido como sal solar.

En nuestro caso, la producción de sal a través del manantial natural ha permitido obtener un lecho de cristales que serán extraídos para su posterior exportación. En Humanes Guillén cuidamos de forma minuciosa su proceso en fábrica.

Siempre optamos por la sal sin refinar y así mismo, trabajamos por eliminar cualquier tipo de contaminante que pudiera estar presente, y a continuación, la exponemos frente a secadores de aire caliente que eliminan la humedad.

¿Y así es cómo se hace la sal? En realidad, en función del tipo de yacimiento y la fábrica que lo extrae, pueden existir procesos diferenciados. En algunos de ellos, se clasifica los cristales de sal en tres categorías: grande, medio y fino, con el fin de darle distintos resultados a cada uno de ellos.

Sin duda, uno de los procesos más bellos de nuestra geología radica en la formación de la sal, por su carácter histórico y la posibilidad de convertirse en un espejo de nuestro pasado evolutivo.

La sal es mucho más que un mineral cualquiera. La sal es un tesoro para nuestra salud que se ha formado a través de millones de años, y que ha llegado hasta nuestros tiempos convirtiéndose en un bien preciado, tanto para nuestras células como hacia nuestro paladar.

¿Cómo se hace la sal en Humanes Guillén? Conservando todo el esplendor de los métodos tradicionales, para asegurar toda su pureza sin necesidad de incorporar en el refinado, compuestos químicos u otras trazas contaminantes que estropeen la calidad del producto.

¿Preparados para degustar el sabor idóneo de la sal?