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Hoy os acercamos un artículo diferente, que creemos os va a encantar. Ahora tenéis la oportunidad de aprender a crear estalactitas caseras y sorprender con tu creatividad a invitados, amigos y familias. Solo necesitas unas nociones básicas y un ratito libre. ¿Te apuntas?

La estalactita es una formación de depósito mineral (conocido como espeleotema), que se forma en la mayoría de ocasiones, como consecuencia de las filtraciones de agua al interior de la cueva, que cuando caen en el interior, terminan por ir depositando pequeñas fracciones de calcita que luego darán lugar a los tubos.

¿Cuál es la diferencia entre ambas? Pues bien, se considera estalactita a aquellas formaciones que van del techo al suelo y crecen hacia bajo, y estalagmita a aquellas que crecen hacia arriba. Cuando ambas se encuentran, pueden unirse y dar lugar a una columna.

No obstante, el diseño geométrico que las caracteriza es algo que apasiona a muchas personas, llegándose a considerar incluso, como si de una obra de arte se tratara. De esta forma, conseguir replicar ese maravilloso universo mineral que tarda miles de años en unos días, puede convertirse en todo un reto.

¿Qué necesitamos para aprender a crear estalactitas caseras? Agua, hilo de algodón, un palito, dos vasos y no podía faltar, nuestro oro blanco: sal de manantial pura.

La época del verano es ideal para acelerar el proceso, ya que gracias a las altas temperaturas, la vaporización es mucho más rápida, conseguiremos disfrutar de nuestro invento en menos días.

Ahora, tan solo te queda preparar una disolución saturada en sal a ser posible en agua caliente, y llenar los dos vasos escogidos con este líquido. Ahora, situamos el palito entre el espacio que queda en los recipientes, y ponemos el hilo de algodón permitiendo que las puntas recaigan en la disolución.

De esta forma, en unos pocos días, el líquido habrá subido por el hilo de algodón, gracias al fenómeno de capilaridad, e irá cayendo poco a poco, gota a gota, sobre el palito que habíamos colocado.

Como veis el proceso es bien sencillo y el efecto fascinante. Así que, si tenéis ganas estas vacaciones de convertir vuestra cocina en un pequeño laboratorio, y pasarlo en grande, este es el momento.

Aquí os dejamos un vídeo explicativo para que comprobéis el fantástico resultado.